La Historia de la "Presa Libertad" inicia asi.....
El 23 de junio de 1912 fue para Huichapan un día solemne. Aquel día, Francisco I. Madero, primer presidente de México, después de los largos años de la dictadura porfirista y con apenas unos meses en el cargo, llega para inaugurar la presa Libertad en los terrenos de la Hacienda de Tocofani en la barranca conocida cómo Arroyo Hondo o Barranca del Gallo. Llegó acompañado de su mujer, Sara Pérez y algunos militares.
Yo tengo la convicción de que los pueblos, para llegar a ser grandes, necesitan de la ayuda de todos sus hijos. Es una utopía suponer que los Gobiernos deben hacer todo; los Gobiernos deben ser honrados, deben de presentar la oportunidad a todos los ciudadanos para que puedan desarrollar su energía.
Y más adelante dirá:
Y ahora, que algunos malos mexicanos, que no saben cuál es el modo de servir a la patria y de trabajar por su engrandecimiento y que se han rebelado contra el Gobierno creyendo que es cosa muy fácil derrocar a un gobierno constituido legítimamente; que estos malos mexicanos tomen ejemplo de los hijos de Huichapan, que se reúnan entre sí para construir presas, para regar sus tierras, y de ese modo lograrán conquistar su bienestar y lo deberán a ellos mismos, porque el único capital honrado, el único capital que proporciona bienestar y orgullo a su poseedor es el capital conquistado por el esfuerzo personal, no el que se: obtiene por medio de la rapiña, el robo o el azar; además, el capital que se obtiene por otros medios que no sea el trabajo y el ahorro no es duradero, se va como viene...
Que el ejemplo vuestro, del simpático Ayuntamiento de Huichapan, sea seguido por los demás de la República, qué todos los mexicanos comprendan que para resolver el problema agrario y los demás problemas nacionales se necesita la iniciativa privada, se necesita del esfuerzo común, y habremos logrado encarrilar a nuestra patria por el verdadero sendero del progreso y la democracia, porque éste está vinculado precisamente con el bienestar de los ciudadanos, con su progreso, con la pequeña agricultura, porque el pequeño agricultor es un ciudadano que ejerce sus derechos, que cumple con sus deberes, porque sabe que sólo así puede salvar sus intereses, conservarlos para sus hijos.
Con gran placer acepté la invitación que se me hizo para poner la primera piedra de esta presa, porque quise demostrar con esto mi grandísimo empeño porque se desarrolle la agricultura; quise con mi presencia alentar a los buenos ciudadanos que han llevado a Cabo esa iniciativa y para que su ejemplo sea seguido por nuestros demás conciudadanos.
Más tarde, aquel mismo día, el Gobernador del estado de Hidalgo, Ramón Rosales, le ofreció un banquete donde el presidente tuvo oportunidad de decir lo siguiente, que da buena cuenta del orgullo que los huichapenses sienten por su historia:
(…)El problema agrario lo resolveremos en México con el arado y no con el fusil; necesitamos soldados como el Ayuntamiento de Huichapan y como sus hijos que se reúnen para construir presas, obras hidráulicas para regar sus tierras y no como aquellos que toman las armas para ir a robar la tierra a sus poseedores.
Siempre guardaré recuerdos gratísimos de mi estancia en esta simpática ciudad; aquí he venido a enterarme de las páginas más gloriosas que ha escrito en nuestra historia. El señor licenciado Anda y Siliceo en la Presa nos narró algunos acontecimientos que nos han conmovido profundamente y que nunca olvidaré.
Si bien la terminación de la presa se vio interrumpida por la revolución y fue concluida hasta el gobierno del Gral. Lázaro Cárdenas, la presa Madero sigue siendo un importante y bello testimonio de aquel momento.
Para leer completos los discursos de aquel día, hacer clic aquí.
Articulo elaborado por autora: Marcela Zapiain.
Articulo elaborado por autora: Marcela Zapiain.